¿Qué son las enfermedades silentes?

 

Cuando hablamos de enfermedades silentes, hacemos referencia a las enfermedades que son asintomáticas, es decir, carecen de síntomas que nos alerten de que algo no funciona mal. Por lo general, cuando los síntomas se hacen visibles,  ya es demasiado tarde para actuar y las complicaciones suelen requerir tratamiento quirúrgico.

Las enfermedades silentes más comunes son la diabetes y la hipertensión. En todos los casos, la única manera de evitarlas o al menos retrasar su aparición, es la prevención a través de una alimentación saludable, practicando ejercicio moderado y cuidando nuestro peso.

En los países desarrollados, la hipertesión arterial es la enfermedad crónica más común debido en gran parte al aumento de la obesidad y la alta ingesta de sal en la dieta. Cuando sus síntomas se manifiestan el daño a nuestro organismo ya está hecho,  lo que complica la recuperación  y en la mayoría de los casos, cronifica la enfermedad.

Según el estudio di@bet.es  en el que ha participado, entre otros, la Sociedad Española de Diabetes, la prevalencia de obesidad se sitúa en tres de cada diez españoles y de hipertensión arterial, en cuatro de cada diez. Además, arroja resultados destacables como la asociación ente diabetes, obesidad e hipertensión arterial (ambas duplican el riesgo de diabetes).; el determinante papel del nivel de estudios, tanto para el riesgo de ser obeso (no tener estudios cuatriplica el riesgo frente a tener estudios universitarios), como diabético o hipertenso (no tener estudios duplica el riesgo en ambos casos); La importancia de la actividad física (las personas que no hacen ejercicio en su tiempo libre tienen un 50% más de posibilidades de ser obesas, y las personas obesas y con diabetes hacen la mitad de ejercicio que las personas delgadas o sin diabetes) y por último, un dato que hace referencia al tema que nos ocupa, la presencia de una proporción significativa de personas con diabetes que desconocían serlo (casi el 4% de la población).

Tomarse la tensión arterial con frecuencia, evitar los alimentos procesados, moderar el consumo del alcohol y reducir el tabaco,  así como practicar ejercicio y seguir una dieta equilibrada, pueden ayudarnos a prevenir las enfermedades asintomáticas o al menos, poder retrasar su aparición.

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