La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Esta enfermedad lesiona el intestino alterando su correcto funcionamiento, por eso es muy importante evitar los brotes y paliar sus síntomas con una correcta alimentación.
Los síntomas más frecuentes cuando aparece un brote son: pérdida de apetito, reducción de peso, cansancio, fiebre, diarrea con o sin sangrado, incluso úlceras bucales y encías inflamadas.
Aunque cada individuo que es diagnosticado con enfermedad de Crohn debería de tener una pauta dietética personalizada dependiendo de su sintomatología, en la fase asintomática se aconseja el consumo de los siguientes alimentos:
- Pescados blancos y azules
- Carnes blancas
- Alimentos ricos en betacarotenos (zanahoria, mango, calabaza…)
- Aguacate
- Aceite de oliva virgen extra
- Manzana
- Cebolla
* Probióticos específicos para enfermedad de Crohn.
Igualmente, en la fase asintomática se desaconseja el consumo de:
- Alcohol y café
- Comidas picantes
- Mantequilla y lácteos enteros
- Embutidos
- Alimentos flatulentos
- Caramelos y chicles
- Bebidas light y zero
En las fases de brote de la enfermedad, la pauta dietética es diferente y mucho más personalizada.
Es muy importante tener en cuenta que dependiendo del fármaco que se utilice para tratar la enfermedad de Crohn se puede producir una mala absorción de ciertos nutrientes, por este motivo se debe de realizar una dieta personalizada y así suplementar mediante una correcta alimentación en aquellos nutrientes en los que se presente un déficit, como puede ser la vitamina A, D, E y K o en ácido fólico, entre otros.
Si quieres saber más sobre esta enfermedad y cómo se pueden reducir sus molestias, no dudes en preguntarme.