En mi consulta encuentro a diario muchos pacientes, la mayoría chicas pero aumentan los chicos, con trastornos en la conducta alimentaria. Casos de bulimia nerviosa, anorexia nerviosa y comedores nocturnos, entre otros, con consecuencias muy negativas tanto para la salud física y mental del paciente, se convierten en un verdadero calvario tanto para el enfermo como para su familia.
La llegada a la consulta supone un avance en el reconocimiento de la enfermedad. Hay un problema que debemos atacar antes de que vaya a más. Para ello, realizo un estudio personalizado para elaborar un diagnóstico dietético-nutricional, que nos permita trabajar y establecer unas pautas para una alimentación saludable, sin dietas restrictivas.
Son tratamientos largos y complejos, en los que trabajo con otros profesionales de la salud como psicólogos y psiquiatras, ya que son enfermedades que requieren de una intervención multidisciplinar para lograr la curación del paciente.
La adolescencia, al ser una época de cambios hormonales y en algunas ocasiones, de baja autoestima, es uno de los periodos de mayor riesgo para comenzar con trastornos en la conducta alimentaria, pero lo cierto es que hay pacientes de todas las edades, y como he comentado anteriormente, con un repunte de los varones.
Para afrontar la enfermedad es importante modificar conductas y hábitos erróneos hacia patrones de alimentación más saludables, educando para ello al paciente para estas rutinas permanezcan de por vida. Desde mi consulta podemos asesorarte para establecer unas pautas de alimentación adecuadas que ayuden a resolver el problema y volver a disfrutar de una vida sana y en plenitud.